Habibi: La historia de Oussama en el mundo de la moda

Oussama Mazari, es un joven marroquí de 21 años, vive en Madrid desde 2018. Emigró allí a los catorce años, impulsado por el sueño de convertirse en una estrella del fútbol. Sin embargo, la vida tenía un camino diferente para él, donde encontró su verdadera pasión en el mundo de la moda y el estilo, fundando su propia marca Justom, a través de la cual narra una parte de su alma y la historia de su viaje como menor y migrante.

La palabra ‘Habibi’ tiene un significado especial para muchas personas en España. Algunas la utilizaron para referirse al joven marroquí Oussama Mazari, de 21 años, ya sea por desconocer su nombre o simplemente por olvidarlo. Motivado por esta conexión, Oussama decidió bautizar la primera colección de su marca de ropa con el nombre ‘Habibi’, escribiéndolo tanto en árabe como en español. 

Su intención era enviar un mensaje inspirador a todos los jóvenes, tanto españoles como migrantes, que comparten experiencias similares y demostrar que a pesar de las adversidades, la persistencia puede dar frutos. Su mensaje sonaba así: “He logrado algo en esta vida a pesar de enfrentar comentarios racistas. Así que vosotros también podéis hacerlo, ya seáis jóvenes españoles o migrantes”.

Oussama llegó a Madrid en 2018, cuando tenía catorce años. Ese mismo año, España recibió a 2.500 niños migrantes no acompañados, un aumento del 60.4% respecto al año anterior. Antes de su llegada, vivía con su familia en su pueblo natal, Uchda, en el este de Marruecos. Su motivación para emigrar no era económica, sino más bien la búsqueda de la diversidad. “Mi objetivo de migrar y alejarme de mi familia, era realizar mis sueños, de vivir una vida diferente”, explica. Su sueño era convertirse en una estrella del fútbol.

Cuando los sueños cambian

“Si mi sueño fuera lograr algo artístico o cultural, puedo conseguirlo en mi país porque eso está disponible en Marruecos. Pero para destacar en el deporte, necesitas llegar a tierras europeas”. Oussama intentó convencer a sus padres de su idea, pero ellos la rechazaron por completo. Finalmente, les amenazó con hacer el viaje a través de Melilla, lo cual intentó pero fracasó, o pedirles que le ayudarán a comprar una visa de estudiante. Sus padres cedieron y lo acompañaron en su primer viaje a Francia. Luego regresaron a Marruecos, y unos meses después, con el mismo visado, él viajó a España, donde finalmente se estableció.

Cuando Oussama llegó a España, terminó en uno de los centros de menores de Madrid. Describe la vida allí como similar a la cárcel; no se les permitía salir sino acompañados por los educadores, en un ambiente lleno de prejuicios. “Yo era solo un soñador, aún construyendo mis alas, ¿por qué querían cortarlas temprano con sus miradas, gestos o palabras?” dice sobre esta etapa.

Según el informe de Save the Children titulado Los más solos, los niños en estos centros se enfrentan a grandes dificultades, tantas que algunos prefieren vivir en la calle a permanecer en esas condiciones, y otros desaparecen sin dejar rastro. Esta etapa afectó mucho a Oussama y contribuyó a cambiar su personalidad. “Te tratan en Europa como si tuvieras 30 años cuando apenas tienes 14. Tuve que madurar antes de mi tiempo”, afirma.

Después de unos meses, Oussama fue trasladado a un apartamento con otros 12 menores migrantes. Las condiciones allí eran mejores para él, aunque las responsabilidades aumentaron al superar los quince años, y los educadores que se encargaban de él insistían en la necesidad de hacer un curso, mientras él quería estudiar. “Tengo mi idea y cada persona tiene su propia historia, cada joven tiene una idea de por qué vino aquí, como aquel que quiere ser peluquero se inscribe en un curso de peluquería. Pero hay quien tiene la idea de continuar sus estudios, por ejemplo. Yo quiero hacer algo diferente”, dice.

Oussama comenzó a estudiar español en un centro de integración para comprender el idioma y la cultura durante un año completo, y continuó jugando al fútbol los fines de semana, logrando jugar durante años en clubes como, ADC San Fermín y A.C El Bercial Juvenil Ciudad de Getafe, (Fútbol Club Señor). También se unió a una formación de Administración Básica durante dos años, habiendo cumplido entonces los 18 años.

Durante todo ese tiempo, los educadores le llenaban la cabeza con la idea de que terminaría en la calle, por lo que abandonó la idea de ir a la universidad debido a la falta de ingresos para continuar. Comenzó a trabajar con una organización en el barrio donde vivía, traduciendo del árabe al español, francés e inglés.

Durante todo este tiempo y un poco después, el joven buscó alcanzar su sueño de ser una estrella del fútbol, pero escuchaba y veía comentarios racistas tanto en la vida real como en las redes sociales. “Desde los 14 años, he escuchado decir: los menores nos roban, y en el partido del domingo te sientes agobiado al escuchar a alguien decir: mira el puto moro, como se cambia el balón, así se cambia las pateras cuando estaba en su país”, cuenta amargamente.

“El sueño era ser jugador de fútbol y lograr lo que vine a buscar, mientras algunos me ven como un ladrón o una mala persona”, añade. Todo esto llevó al joven, aún inmaduro en ese momento a cambiar su sueño: “Sentí un agotamiento extremo, así que dejé el equipo en el que jugaba”.

La sonrisa no abandona a Oussama durante casi toda la entrevista. Aclara que también había educadores que le ayudaban: “Empecé a pensar en los comentarios en una etapa avanzada. Pasa lo que pasa en el mundo, y digan lo que digan, me enfocaré en mi vida y mis sueños. Para qué pensar en un hombre en sus sesenta años, tal vez no pudo lograr sus sueños, y lo que quiere es arruinar la vida de otros que no son españoles”.

Responsabilidad e inspiración

Oussama asumió la responsabilidad de su vida tempranamente. A los dieciocho años decidió emprender un viaje diferente a Portugal, un país con un idioma y una cultura desconocidos para él, para reflexionar consigo mismo. Fue su primera salida de España una vez que obtuvo los papeles. Allí se encontró con un grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades en una sesión de diálogo en el hotel donde se hospedaba, la cual dejó una profunda impresión en él. Donde la pregunta era, ¿qué estás haciendo en tu vida? “A través de mi historia y la migración desde Marruecos, había algo que debía contarse. Y esta quedada en Portugal me dio un impulso: algo tenía que hacer”, relata. 

Regresó a España con una idea diferente, “algo debía hacer, un proyecto personal, hay algo para contar». Decidió fundar un proyecto de fotografía para narrar a través de la imagen, pero económicamente no tuvo éxito. Luego, a través de un amigo, comenzó a trabajar como extra en películas. Con la experiencia empezó a recibir ofertas para roles más importantes. Aquí es donde surgió el problema que enfrentan muchos actores migrantes: todos los papeles que recibía eran de terroristas o de personas que cometen violaciones o robos. Oussama no quería ser conocido por esos roles: “No quiero ser señalado en la calle algún día por una adolescente que diga que ese es el violador, el que actuó en tal película”.

Mientras tanto, el joven se interesó en el mundo de la moda, y en 2022 decidió ingresar a este mundo a través de su propio proyecto, fundando su propia marca llamada Justom. Comenzó con la idea, habló con diseñadores, y preparó el sitio web y la comercialización. Quería contar a través de la marca partes de su viaje como menor migrante y luego como joven en España, así como algunas experiencias en centros de menores y dentro de la comunidad, además de su primer viaje. El lanzamiento fue en septiembre de 2022. Una de las primeras dificultades que enfrentó la marca fue el mensaje. “¿Cómo puede alguien que no ha pasado por lo que he pasado yo entenderlo?”, cuenta.

Intentó ser más accesible, por lo que cada edición tenía un título diferente, la primera: Habibi donde vendió alrededor de 60 piezas, siendo las primeras ventas en Barcelona a un amigo suyo: “Fue una sensación única”. Luego, las colecciones continuaron, con títulos, ilustraciones y mensajes diversos, y en diferentes idiomas. La decimoquinta de ellas será el viernes 30 de mayo de 2024, titulada: United In Diversity, después de que la colección anterior se llamara: Visión Clara, refiriéndose a la que él y muchos otros que llegan a Europa poseen. “Continuaré contando mi historia y la historia de todos los migrantes y jóvenes en general, a través de la marca y de todas las formas posibles”, concluye.

Justom es una marca de ropa fundada por el joven Oussama Mazari, de origen marroquí, que vive en España desde hace seis años. Publica ocasionalmente sus ofertas, que vende a través de Internet. Los lectores de Baynana pueden obtener un 10% de descuento en estos productos utilizando el código de descuento: (BJ15).

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