Las crisis de Argelia agotan a la gente y la empujan a emigrar

Los argelinos viven hoy un conjunto de crisis sociales y económicas, ambas visibles, y su gravedad aumenta día tras día. Incluso la subida en los precios del petróleo no ayuda a disipar sus efectos. Además de los numerosos frentes internos y partidos políticos, continúa el cierre directo e indirecto de la esfera política y mediática en el país y se favorecen las visiones unilaterales. Se prefieren las políticas que se imponen por la fuerza en el sistema de gobierno a través de los partidos gobernantes.

Argelia sufre serios desafíos que sumergen al país en un estancamiento político mortal que impide el surgimiento de un proyecto nacional serio y meritorio, que consiga que las argelinas y los argelinos se unan en torno a él y se esfuercen por alcanzar sus metas para lograr las legítimas aspiraciones que reclaman desde hace décadas, acordados en la revolución del 22 de febrero de 2019.

El desierto argelino atrae las ambiciones de Occidente

Las miradas de muchos países europeos están dirigidas al corazón del desierto argelino, donde se encuentra una de las mayores reservas de gas crudo del mundo, estimada en unos 2.400 millones de metros cúbicos. Argelia produce unos 100.000 millones de metros cúbicos de gas al año, la mitad de los cuales se exporta a Italia y España a través de gasoductos construidos hace décadas, y el gas licuado se exporta por barco a Turquía y Francia.

El primero en llegar fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien visitó Argelia el 25 de agosto, con la esperanza de reparar las relaciones rotas con un país cuya reservas de petróleo y gas tienen una nueva importancia estratégica por la inminente crisis energética en Europa. El sábado 27 de agosto, Macron firmó, con su homólogo argelino Abdelmadjid Tebboune, cinco acuerdos entre Argelia y Francia para una renovada asociación entre los dos países. Sus intereses incluían los deportes, los Juegos Olímpicos, la educación, la investigación científica y la energía.

Ingresos por gas desperdiciados

Según el director ejecutivo de la compañía nacional de petróleo y gas de Argelia “Sonatrach”, Taoufik Hakkar, los ingresos ascendieron a 12 mil millones y 600 millones de dólares respectivamente. Pero, ¿adónde van estos ingresos? ¿Por qué la juventud argelina se dirige hacia Europa de manera ilegal y peligrosa?

A esta pregunta responde el joven argelino Samir, un seudónimo por motivos de seguridad, que emigró a España tras vender todo lo que poseía y recorrer 38 provincias en busca de oportunidades de vida y trabajo, que no encontró. 

Samir es un argelino de 38 años licenciado en informática por una universidad argelina. Dice que la corrupción en su país no le permitió tener una oportunidad en la vida, además de la falta de productos básicos y la pobreza severa que destruye la sociedad argelina, y la gran difusión de drogas entre los jóvenes. Amin acabó siendo un refugiado en España de forma ilegal y no posee ningún tipo de papeles después de que el Ministerio de Inmigración rechazara su solicitud de asilo, por lo que su destino sería vivir en la calle, como es el caso de muchos inmigrantes en España.

Amin recurrió a muchas organizaciones españolas que trabajan en el ámbito humanitario, pero nadie lo recibió ni lo ayudó, a excepción de una que solo le proporciona un lugar para ducharse. Amin afirma que vive “en condiciones muy duras en España, con la esperanza de poder legalizar mi presencia aquí y tener una oportunidad de trabajo, porque volver a Argelia sería más difícil. Además, me veo obligado a hacerlo porque tengo una familia que espera mi ayuda”.

Un país que sufre de desempleo y muchos otros problemas

Argelia es el país africano más grande en términos de superficie en el continente, 2.381.741 km², y más de la mitad de la población son jóvenes menores de treinta años. Argelia tiene las segundas mayores reservas de gas natural de África y se encuentra entre los veinte exportadores de petróleo del mundo, además de otros recursos, como el hierro, los fosfatos, el uranio, el plomo e importantes potenciales de turismo natural. A pesar de todas estas posibilidades que dan poder a Argelia, la realidad es la contraria y revela otro panorama. Argelia está experimentando una gran crisis, a la luz del deterioro de los servicios públicos en los sectores de la educación, la vivienda y la atención a la salud, que han provocado que una cuarta parte de los argelinos vivan por debajo del umbral de la pobreza. La tasa de desempleo alcanzó el 11,7%, siendo entre los hombres del 8% y entre las mujeres del 19,5%.

En este contexto, el economista Zaher Hadibi sostiene que la tasa de desempleo descendió al 27,3% en 2011 y al 9,8% en 2014, pero la crisis económica mundial provocó una caída en los precios de los combustibles, dado que la economía argelina depende de una sola fuente de energía (petróleo y gas). La tasa de desempleo llegó al 11,9% en 2019. Además, otro problema relacionado con el desempleo juvenil son las altas tasas de desempleo entre los jóvenes con estudios universitarios y titulados universitarios, un grave problema que representa un desajuste de la formación con las necesidades del mercado laboral. La juventud argelina atraviesa momentos de transición tras varias décadas de crisis acumuladas. La crisis económica posterior a 2014 redujo drásticamente el poder adquisitivo, mientras que los salarios no se revaluaron en una moneda depreciada, la economía informal también representó una salida que se sumó a la inestabilidad actual. 

Los orígenes de las crisis y la inmigración de los argelinos

Muchos argelinos emigran debido a la gran crisis económica, estructural e internacional que vive el país. Sus ojos se dirigen hacia Europa en el viaje de la muerte, un viaje que resulta habitual para todo el mundo y, por tanto, ya no llama la atención de nadie. Tratan de cruzar por tierra y mar, perdiendo la vida en el mar como si fueran solo números. Este año especialmente perdieron la vida muchos jóvenes, mujeres y niños. El pueblo argelino sufrió muchas pérdidas en estos viajes, además de muchos otros desaparecidos que se van y no recibimos más noticias sobre ellos. En Between Us, recibimos decenas de mensajes de familiares y familiares de desaparecidos, la mayoría de los cuales salieron a principios de 2020.

La joven Somaya, que llegó a España con la petición de estudiar y vivir con su padre, confirma que vivir ya no es viable en Argelia, debido a la alta tasa de desempleo, la falta de oportunidades laborales y la situación política, que considera lo peor del país, y está lejos de llegar a una buena situación. Somaya señala que para ella fue fácil venir a España y que no hubo ningún problema.

La joven asegura: «Vi muchos casos, algunos de ellos amigos que fueron explotados y engañados por la mafia y los traficantes durante el viaje migratorio. La juventud argelina está hoy completamente desesperada y no ve un futuro prometedor en Argelia, ya que no hay nada por lo que merezca la pena quedarse. Muchos se están enfrentando a condiciones muy malas y difíciles, a pesar de su llegada a Europa en general y a España en particular, incluyendo no obtener residencia legal o ser objeto de explotación laboral, etc.

Sobre el tema de la migración, el economista Zaher Hadibi señala que este es un movimiento natural que siempre ha existido como fenómeno y aún existe, en países ricos o menos ricos. El tema es la regulación de esos flujos migratorios. Los movimientos migratorios son regulares o irregulares en ausencia de alternativas organizadas para gestionar la inmigración. Es cierto que la tendencia norte-sur es principalmente mediante flujos irregulares, pero también hay otros sectores, como la migración de estudiantes o la fuga de talentos (especialmente ingenieros, médicos…). Cabe señalar que, en las últimas décadas, Argelia se ha convertido en un país proveedor pero también de tránsito de migrantes del África subsahariana y refugiados de conflictos políticos.

Mientras que Jaime García, historiador especializado en conflictos internacionales en el mundo árabe, Europa y América Latina, explica que el problema es que en el pasado muchos argelinos podían cruzar la frontera de Argelia hacia Europa y viceversa. En otras palabras, pueden cruzar la frontera para encontrar vida en otra zona y no arriesgar la vida cruzando el estrecho. Sin embargo, ahora con las fronteras cerradas, la única alternativa es cruzar el estrecho.

Declara Jaime García: “Naciones Unidas mira para otro lado, defendió el referéndum, pero no hay solución y nadie se atreve a interferir porque Marruecos es una zona fronteriza con Europa. Sabe que Marruecos lo está chantajeando, ya que abre las fronteras y permite el paso de migrantes si no implementa sus políticas. Creo que es uno de los hechos más tristes que hemos visto en los últimos años, arriesgar vidas humanas a través del chantaje político”.

¡La primavera argelina no cambió nada!

Al igual que otros países árabes que fueron testigos de la Primavera Árabe, el pueblo argelino salió a la calle en 2011 en protestas populares lideradas por partidos de la oposición, así como por jóvenes argelinos que exigían reformas políticas, económicas y sociales. Pero las demandas del pueblo argelino no se lograron, a pesar de la renuncia del presidente Abdelaziz Bouteflika después de veinte años en el poder, sino que la brecha entre el pueblo y el gobierno se amplió. No se produjo cambio alguno hasta el año 2109, cuando estallaron manifestaciones generalizadas durante más de un año, pidiendo un cambio democrático radical y la abolición del carácter militar de la república. Sin embargo, ninguno de estos intentos se tradujo en un cambio ni en la consecución de ninguna de las demandas del pueblo.

El economista Al-Hudaybi dice que la única solución que puede detener la migración que provoca la desigualdad es aumentar el estado de derecho, elevar la economía a buen nivel y brindar oportunidades de empleo y bienestar a través de políticas culturales y de formación que respondan a las exigencias de desarrollo humano. La solución debe ser estructural y la situación actual ni se le acerca, ya que se aborda más el tratamiento de los síntomas de la enfermedad que sus causas.

En cuanto a la comunidad argelina de inmigrantes, Somaya dice que los argelinos necesitan cooperar entre ellos para poder acceder y obtener todos los derechos. Esto no ocurre para todos y por eso se necesita mucha movilización, apoyo e intercambio, y termina diciendo: «Cada uno de nosotros como inmigrantes tiene que hablar sobre todos los problemas de la comunidad inmigrante en aquellos lugares donde residimos, y hacer este trabajo tan necesario de entregar la información correcta a aquellos que quieren emigrar».

Traducción y edición: Laila Muharram

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