La oposición siria regresa a Alepo: ¿qué está sucediendo en Siria?

Siria vuelve a escena. Lo hace con intensos combates, bombardeos, muerte y desplazamiento. La oposición ha tomado el control de amplias zonas del país, incluida la histórica ciudad de Alepo, la capital económica. Tras años de relativa calma en el noroeste de Siria, el conflicto vuelve a tambalearse.

Las operaciones militares comenzaron este miércoles, 27 de noviembre, en el oeste de la provincia de Alepo. Las denominaron la “Disuasión del Agresor”. Al día siguiente, las fuerzas opositoras lograron entrar en la ciudad y expandieron su ofensiva hacia la estratégica localidad de Saraqeb, ubicada en la carretera internacional M-5. Luego avanzaron hacia Ma’arrat al-Numan y Kafr Nabl, alcanzando incluso otros pueblos en la provincia de Hama, donde los enfrentamientos continúan.

¿Quiénes participan en la batalla del noroeste de Siria?

La batalla está siendo liderada por las facciones opositoras al régimen dictatorial de Al-Assad, que controlan áreas en el noroeste de Siria (Idlib y los alrededores de Alepo), tras haberse unificado bajo el nombre de «Administración de la Sala de Operaciones Militares». Esta coalición incluye a «HTS» (anteriormente conocida como el Frente al-Nusra, que fue el brazo de Al Qaeda en Siria, pero se desvinculó tras cambiar su nombre) y otras facciones locales, entre las que destaca el «Ejército Nacional Sirio Libre», apoyado por Turquía. El general Ahmad al-Rahhal, oficial desertor del ejército sirio, relata la rapidez del avance entre los opositores y habla de su llegada a la ciudad de Alepo u otras áreas. Explica que esto fue posible gracias a la debilidad de los militares del régimen, al que perciben como distinto al del año 2015. El general aclara algunos puntos: «El ejército de Assad es una fuerza fragmentada y dispersa. Su único trabajo es asegurar lo que quieren las milicias iraníes y Hezbollah, que lo controlan».

Asimismo, señala que esta vez la oposición ha entrenado durante años. En los últimos tres meses se han llevado a cabo campamentos de entrenamiento, que califica como sólidos. También subraya que están fuertemente vinculados con lo que él denomina «la disciplina y el buen trato hacia los civiles». Afirma que los resultados de todo esto se evidenciaron tras la toma de Alepo.

¿Qué sucedió en Alepo tras la toma?

El desarrollo más destacado de todas las operaciones militares ocurrió el viernes 30 de noviembre, cuando las facciones de la oposición lograron ingresar a los barrios de la ciudad de Alepo y tomar su control en solo seis horas. El experto militar desertor del ejército sirio también describe esos momentos cruciales: «No hubo combates reales. Las milicias del régimen se retiraron; luego, las fuerzas de la oposición armada entraron».

Se considera esta la segunda entrada de las fuerzas opositoras a Alepo, después de haber sido expulsadas de la ciudad hace ocho años, en diciembre de 2016, tras un largo asedio y combates contra el régimen sirio y las milicias leales a él. Duró más de cuatro años. En ese momento, más de 34.000 personas también abandonaron la ciudad hacia Idlib, su campo y el campo de Alepo, a través de acuerdos que garantizaron su traslado en los llamados «autobuses verdes» de evacuación, que luego se utilizaron para trasladar a los opositores de varias provincias, de manera similar, desde Guta de Damasco, Homs, Deraa y Quneitra.

Sin duda, la llegada de las facciones armadas opositoras a Alepo, una ciudad de gran diversidad cultural, tuvo un claro impacto y un simbolismo. Los medios de comunicación del régimen sirio hablaron sobre la entrada de «terroristas» a Alepo y expresaron su preocupación por la seguridad de los ciudadanos y los sitios históricos de la ciudad. Sin embargo, los videos transmitidos por periodistas sirios de la ciudadela de Alepo, el aeropuerto internacional de zona, el Palacio de los Huéspedes y otros sitios mostraron que no habían sido objeto de robos, ataques o destrucción, negando así la existencia de fuertes enfrentamientos. El general Al-Rahhal confirma estos hechos.

El periodista sirio Omar Al-Bam, desde la ciudad de Maarat al-Numan, en el campo de Idlib, es uno de los periodistas que entraron en Alepo. Publicó en su cuenta de X, antes Twitter, algunas fotos de cristianos realizando sus oraciones en las iglesias de la ciudad por primera vez tras su toma por las fuerzas opositoras, y las describió como «realizadas en un ambiente seguro, con ceremonias religiosas y bajo la protección y administración de las fuerzas opositoras».

El Consejo de Iglesias del Medio Oriente emitió un comunicado en el que afirmó que los círculos de las iglesias en la ciudad de Alepo reafirmaron así su firmeza y resistencia, continuando con la celebración de misas y servicios religiosos como de costumbre y como debe ser. También desmintió los rumores sobre cualquier demanda recibida de las facciones que controlan Alepo, incluidas las condiciones impuestas a las parroquias y las iglesias.

El comunicado también afirmaba: «El desmentido de estos rumores busca refutar lo que se está difundiendo en las redes sociales, lo cual provoca confusión e inestabilidad en el ánimo de los civiles». Además, la nota concluyó con un llamamiento a los medios de comunicación, incluyendo a los canales en redes sociales, para que “ejerzan precisión y cautela al recibir y difundir noticias, dada la delicadeza de la situación».

La vida en la ciudad de Alepo parece estar volviendo a la normalidad. Sus habitantes regresan a las calles, o eso muestran las imágenes que llegan desde el lugar. Sin embargo, todavía ocurren incidentes de bombardeos y ataques aéreos por parte del régimen sirio. Además, en algunas áreas que estaban bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) kurdas se coordinaron con las fuerzas que tomaron Alepo, llevando a la retirada de las FDS de la ciudad. También han tenido lugar enfrentamientos en el campo de la zona, especialmente en Tal Rifaat, donde las facciones opositoras afirman estar cerca de tomar el control de la región.

Por otro lado, en la provincia de Hama, que ha sido escenario de intensos combates, las facciones opositoras han consolidado en los últimos cuatro días su control total sobre la provincia de Idlib, cuyo centro y varias de sus áreas ya estaban bajo control de la oposición. Sin embargo, recientemente, las fuerzas opositoras han tomado puntos y sitios militares, así como localidades que el experto militar Al-Rahhal describe como estratégicas, confirmando que la expansión de la oposición en la provincia de Hama continúa.

Internacionalmente: ¿Quién apoya estas batallas y quién se opone a ellas?

Las recientes evoluciones en el noroeste de Siria han generado una amplia respuesta internacional. Rusia, el principal aliado del régimen sirio según los activistas, no participó con sus aviones en los bombardeos durante los primeros dos días de combate. El investigador político ruso Dmitry Ryge comentó en una entrevista en televisión que el régimen de Putin está preocupado por lo que sucede en Siria, ya que no quiere abrir un nuevo frente contra sus intereses en el país. Además, indicó que Rusia quiere que las relaciones entre Damasco y Ankara se restablezcan, sugiriendo que Moscú volvería a apoyar al gobierno sirio enviando armas.

Ryge también descartó una participación significativa de las fuerzas rusas en las operaciones militares, como ocurrió en el pasado: «Estamos en guerra, hay una operación militar en Ucrania y la situación ha cambiado desde 2016». La influencia de Irán, señaló, también ha disminuido.

Por su parte, el general Ahmad Rahal fue más allá, al afirmar que hay una presión occidental sobre Rusia para que se distancie de Assad, Irán y sus milicias en Siria. Según Rahal, «Putin ha llegado al punto de desesperación sobre la posibilidad de llevar a Assad hacia una solución política, que rechazó, como lo era la reconciliación con Turquía», algo que Rusia quería lograr. Rahal consideró que Assad prefirió permanecer en el seno de Irán, lo que molestó a Putin y a Rusia, por lo que, aunque no se puede decir que Rusia haya abandonado completamente al régimen sirio, «al menos eso es lo que hemos visto en los primeros dos días de los combates».

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo una conversación telefónica el lunes con su homólogo iraní, Masoud Bezhdikian, en la que ambos expresaron su apoyo total al gobierno sirio en sus esfuerzos por restaurar el sistema constitucional y lograr la estabilidad política y económica del país, según un comunicado del Kremlin.

En cuanto a Turquía, aunque no ha anunciado su participación directa en el apoyo a las operaciones militares en el noroeste de Siria, ha considerado los recientes desarrollos como un mensaje de presión al régimen sirio y sus aliados, con el fin de reorganizar los acuerdos en función de sus propios intereses. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, expresó su esperanza de lograr estabilidad en Siria mediante un acuerdo que cumpla con las legítimas aspiraciones del pueblo sirio, subrayando la necesidad de encontrar una solución integral para poner fin a la crisis que dura ya años.

Por su parte, Israel, a través de su ministro de Exteriores, Gideon Sa’ar, declaró que se mantendría neutral ante los recientes desarrollos en el norte de Siria. Cuando el general Ahmad Rahal fue consultado sobre la relación de Israel con los ataques en el norte de Siria, que comenzaron un día después de la tregua entre Israel y Hezbollah, explicó que efectivamente existe una relación indirecta, pero no una coordinación directa entre la oposición siria e Israel. Aclaró que la oposición se ha beneficiado de las circunstancias regionales y de la fuerte presión israelí sobre Irán y sus aliados en todo el Medio Oriente, quienes apoyan al régimen sirio. Así, la oposición aprovechó esta debilidad y comenzó sus ataques en el momento adecuado.

Al mismo tiempo, Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido emitieron un comunicado conjunto pidiendo la calma y la protección de los civiles y la infraestructura básica. El comunicado subrayó la necesidad de alcanzar una solución política dirigida por Siria, en línea con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide un proceso político inclusivo para terminar con el conflicto.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, señaló que la dependencia total del régimen sirio del apoyo ruso e iraní llevó al colapso de sus defensas ante las facciones opositoras en el noroeste del país. Además, destacó que Washington sigue de cerca los desarrollos y ha estado en contacto con varios países de la región en las últimas 48 horas para coordinar sobre la situación actual.

Por otro lado, el presidente iraquí, Abdul Latif Jamal Rashid, durante una reunión con el embajador sirio en Bagdad, destacó el compromiso de su país con la estabilidad y seguridad de Siria. Aseguró que los desarrollos en Siria tienen un impacto directo en la región y que Irak trabaja para fortalecer la paz y la seguridad internacionales a través del apoyo a los esfuerzos para resolver la crisis siria.

En cuanto a Europa, algunas ciudades como Londres, París y Múnich han sido escenario de manifestaciones organizadas por sirios en apoyo a la oposición siria, debido al aumento de las hostilidades en Alepo e Idlib. Los manifestantes pidieron un alto a los ataques contra los civiles y las instalaciones vitales, y levantaron pancartas exigiendo el fin de la violencia contra el pueblo sirio.

En la provincia de Suwayda, que ha sido escenario de protestas durante más de un año, la Junta General del Movimiento Pacífico emitió un comunicado desde la plaza central donde los manifestantes se reúnen, apoyando los pasos de liberación en el norte de Siria y la restitución de las tierras a sus legítimos dueños, esperando lo mismo para el sur de Siria y otras áreas del país. El comunicado reafirmó la «cultura del trabajo revolucionario nacional, que une a todos los sirios, rechazando cualquier discurso de intolerancia y venganza, y promoviendo un mensaje de tolerancia». También pidió a la comunidad internacional que trabaje de manera seria hacia una solución política pacífica en Siria a través de las resoluciones de la ONU, para liberar a Siria del «régimen dictatorial».

Movimiento de desplazados, muertos y difícil situación humanitaria

La ciudad de Idlib y las áreas del norte de Siria están experimentando un desplazamiento masivo, el más grande en varios años, como resultado de la intensificación de los ataques violentos llevados a cabo por las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por la aviación rusa. Estos ataques han dado lugar a graves violaciones que se clasifican como crímenes de guerra, según los coordinadores de la respuesta. Se han llevado a cabo más de 500 ataques aéreos en los últimos días, según un informe de su equipo, que se dedica a documentar las violaciones de los derechos humanos en la región, lo que ha resultado en decenas de víctimas civiles y cientos de heridos.

Los aviones rusos y sirios continúan atacando barrios civiles e infraestructuras esenciales, incluidos hospitales. Según la última estadística de la organización de defensa civil «Cascos Blancos», desde el inicio de los combates el 27 de noviembre hasta el 2 de diciembre, el número de víctimas debido a los ataques del régimen sirio y su aliado ruso en Idlib y Alepo alcanzó los 81 muertos, incluidos 34 niños y 12 mujeres. Además, el número de heridos superó los 304, de los cuales 120 eran niños y 78 mujeres.

Ahmed Yazaji, miembro del consejo de administración de los Cascos Blancos, comentó que la situación humanitaria en las áreas afectadas por el conflicto empeora día a día. Explicó que los ataques dirigidos a mercados y zonas residenciales aumentan el sufrimiento de los civiles. Los informes de la organización indican que muchos civiles están atrapados en las zonas de enfrentamiento, lo que dificulta las operaciones de socorro y aumenta el peligro para los equipos de rescate.

Yazaji señaló que los ataques aéreos en ciudades como Alepo, Khan Sheikhoun y Maaret al-Numan, incluido el ataque que tuvo lugar en la rotonda de al-Basel en Alepo el 30 de noviembre de 2024, después de que la oposición tomara el área, resultaron en la muerte de 16 personas. Confirmó que los ataques a barrios civiles e instalaciones médicas, incluidos hospitales, aumentan el sufrimiento humanitario, ya que el acceso a muchas de estas áreas es complicado debido a la peligrosidad de la situación de seguridad.

El miembro del consejo de administración de la Defensa Civil añadió que el número de desplazados está cambiando rápidamente debido a los continuos bombardeos, con los civiles desplazándose entre los campamentos y las áreas menos afectadas por el conflicto. A pesar de que algunos habitantes han regresado a sus aldeas, el riesgo de los restos de guerra sigue siendo una amenaza, especialmente debido a los ataques con armas prohibidas internacionalmente, como las municiones de racimo. En este contexto, los «Cascos Blancos» están evaluando las necesidades y elaborando un plan de respuesta urgente para brindar apoyo lo más rápido posible.

Las condiciones humanitarias en Alepo e Idlib continúan empeorando gravemente. El sufrimiento se incrementa con los ataques constantes en áreas residenciales o a infraestructuras esenciales, como los hospitales. También hay cortes de agua y electricidad. Esta situación agrava aún más el pesar de los civiles, quienes llevan casi 14 años soportándolo. La situación es insostenible desde el inicio de la revolución siria contra el régimen en 2011, que se transformó en una guerra con más de 600.000 muertos a su paso hasta la fecha. Más de 13 millones de personas desplazadas, la mitad de ellas en movimientos internos y la otra mitad, fuera del país.

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