fbpx
ENTREVISTAS

Ashraf Amra: “La prensa occidental aplica un doble rasero y se pone del lado de la narrativa israelí”

Desde el estallido de la guerra en Gaza el 7 de octubre, que se ha cobrado la vida de 4.500 personas, la vida de los periodistas en la Franja ha dado un vuelco. Las autoridades israelíes no permiten que los periodistas extranjeros entren en Gaza para cubrir la guerra desde dentro, lo que convierte a los reporteros y fotoperiodistas locales en los únicos testigos de los bombardeos, las muertes y la destrucción que muchas veces les afecta de forma personal: familiares, colegas y amigos se encuentran a menudo entre las víctimas.

Al menos 16 periodistas han perdido la vida como resultado de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, entre ellos Issam Al-Abdullah, un cámara de Reuters en el sur del Líbano. La editora jefa de la agencia ha exigido a las autoridades israelíes que abran una investigación sobre la muerte de Al Abdullah. Además, medio centenar de sedes de medios de comunicación palestinos han sido destruidas en Gaza en lo que va de ofensiva, según el Sindicato de Periodistas Palestinos. El secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Christophe Delors, llamó “a las autoridades israelíes a poner fin oficialmente a las prácticas militares que violan el derecho internacional y causan la muerte de civiles, incluidos periodistas”, en un comunicado publicado por su organización.

Ashraf Amra es un fotoperiodista gazatí y cubre la Franja desde hace 22 años para medios internacionales como Reuters, Al Jazeera y Associated Press. Ahora hace fotos solo con la mano izquierda: los soldados de la ocupación israelí lanzaron una bomba de gas que le impactó directamente en la derecha cuando cubría una manifestación en la ciudad de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, dos semanas antes del inicio de la guerra. La herida le provocó laceraciones en los cinco dedos de la mano y ahora trabaja con muchas dificultades. 

Amra ha cubierto los cientos de ataques producidos desde el estallido de la guerra, que causaron masacres de civiles, y la creciente crisis humanitaria en Gaza. El fotoperiodista también cubrió el ataque de las fuerzas israelíes con fósforo blanco, un tipo de armamento prohibido internacionalmente.

Entrevistamos a Ashraf Amra durante su breve periodo de descanso aprovechando la presencia de Internet en el lugar donde se encuentra, para arrojar luz sobre la realidad que viven los periodistas locales en la Franja de Gaza y explicar las condiciones en las que trabajan ante el ataque sin precedentes que está sufriendo la Franja desde hace dos semanas.

Más de diez días después del inicio de la campaña israelí en la Franja de Gaza, ¿cómo es la situación actual?

La situación en la Franja de Gaza es verdaderamente trágica y difícil. La agresión israelí continúa contra el pueblo de Gaza, contra edificios de viviendas de civiles. Los aviones de combate siguen cometiendo masacres en el norte y el sur de la Franja. Caen decenas de mártires. He cubierto varias masacres, una de las cuales fue en Deir Al-Balah, en la que murieron más de 180 personas, la mayoría de los cuales eran niños, mujeres y ancianos.

¿Cuáles son las condiciones en las que vivís como periodistas en Gaza?

Como periodistas vivimos en circunstancias difíciles y la ocupación israelí nos ataca deliberadamente, además de que no podemos movernos libremente por falta de seguridad. Hasta ahora, más de diez compañeros periodistas han sido asesinados en esta guerra. La ocupación israelí está tratando de asesinar a periodistas para tratar de disuadirnos de cubrir los crímenes que cometen contra el pueblo palestino. No quiere que los periodistas fotografíen y documenten lo que está sucediendo en la Franja de Gaza. No podemos acudir con libertad para cubrir los ataques y no podemos abandonar los lugares en los que estamos. Por cierto, hace tres semanas una bomba de gas me hirió la mano y esta lesión me causó un daño importante y me dificultó el trabajo. Sin embargo, sigo trabajando para cubrir esta feroz guerra. He estado cubriendo esta zona durante 22 años, y en todos estos años nunca había visto una violencia lanzada por el Estado de ocupación israelí como esta.

¿Cómo se informa de lo que está pasando ante los cortes de luz, y la falta de baterías y de recursos básicos como acceso a internet?

A veces vamos a hospitales donde hay electricidad para cargar las baterías de cámaras y portátiles, seleccionamos rápidamente las fotografías y las enviamos en poco tiempo porque no hay suficiente Internet ni electricidad. Nos vemos obligados a ir a los pocos lugares que tienen internet, como la Fundación Press House en Gaza o el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, que a veces nos proporciona internet y les agradecemos por ello. 

Pero a pesar de estos obstáculos, seguiremos cubriendo lo que está sucediendo en Gaza, a pesar del asesinato de nuestros colegas periodistas y de los ataques directos contra nosotros. La ocupación está tratando de ocultar la verdad y los hechos, porque todo lo que llega al mundo desde Gaza no quieren que salga, para que vean el horror de atacar a civiles indefensos y bombardear sus hogares sin previo aviso. 

Como periodista que se encuentra ahora en el punto de mira, ¿cómo evalúas la cobertura de la prensa occidental sobre lo que está sucediendo en Gaza?

La prensa occidental aplica un doble rasero y se pone del lado de la narrativa israelí. Los periodistas en Gaza trabajan con gran profesionalismo y cubren exactamente lo que sucede en el terreno, pero la prensa occidental no publicó las imágenes más duras de los niños que fueron asesinados, hechas para que el mundo pudiera ver los crímenes cometidos por Israel y, por lo tanto, ayudó a la narrativa israelí. Nosotros, como periodistas palestinos, cubrimos masacres horribles y deplorables, y estas masacres no aparecieron en la prensa occidental.

¿Qué mensaje enviarías a los periodistas occidentales para que la cobertura sea más objetiva y creíble?

Mi mensaje a todas las instituciones internacionales del mundo y a todos los que se preocupan por los derechos humanos y la libertad de opinión y expresión es que es necesario presionar a la ocupación israelí para que detenga sus ataques a los periodistas, y también presionar para llevar a los líderes israelíes ante la justicia por cometer crímenes de guerra y matar a periodistas palestinos y destruir sus hogares. Esta no es la primera vez, porque hay muchos periodistas que fueron asesinados, también durante guerras pasadas. No nos olvidamos de nuestra colega Shireen Abu Akleh, corresponsal de Al Jazeera, de la fotógrafa de Reuters, o de nuestros colegas Yasser Murtaja y Ahmed Abu Hussein. Todos ellos y muchos más colegas fueron asesinados por Israel mientras realizaban su trabajo.

كاتب

  • Okba Mohammad

    Cubrió la guerra en el sur de Siria de 2015 a 2018 con medios locales. También se ha dedicado a documentar violaciones de derechos humanos de detenidos durante el conflicto. En 2019 trabajó como corresponsal independiente en Turquía y posteriormente viajó a España, donde ha colaborado con medios como Global Voices y el diario Público. Actualmente trabaja como reportero en Baynana

En español

Apóyanos
Con tu aportación haces posible que sigamos informando

Nos gustaría pedirte una cosa… personas como tú hacen que Baynana, que forma parte de la Fundación porCausa, se acerque cada día a su objetivo de convertirse en el medio referencia sobre migración en España. Creemos en el periodismo hecho por migrantes para migrantes y de servicio público, por eso ofrecemos nuestro contenido siempre en abierto, sin importar donde vivan nuestros lectores o cuánto dinero tengan. Baynana se compromete a dar voz a los que son silenciados y llenar vacíos de información que las instituciones y las ONG no cubren. En un mundo donde la migración se utiliza como un arma arrojadiza para ganar votos, creemos que son los propios migrantes los que tienen que contar su historia, sin paternalismos ni xenofobia.

Tu contribución garantiza nuestra independencia editorial libre de la influencia de empresas y bandos políticos. En definitiva, periodismo de calidad capaz de dar la cara frente a los poderosos y tender puentes entre refugiados, migrantes y el resto de la población. Todo aporte, por pequeño que sea, marca la diferencia. Apoya a Baynana desde tan solo 1 euro, sólo te llevará un minuto. Muchas gracias.

Apóyanos
ادعمنا
بمساهمتك الصغيرة تجعل من الممكن لوسائل الإعلام لدينا أن تستمر في إعداد التقارير

نود أن نسألك شيئًا واحدًا ... أشخاص مثلك يجعلون Baynana ، التي هي جزء من Fundación porCausa ، تقترب كل يوم من هدفها المتمثل في أن تصبح وسيلة الإعلام الرائدة في مجال الهجرة في إسبانيا. نحن نؤمن بالصحافة التي يصنعها المهاجرون من أجل المهاجرين والخدمة العامة ، ولهذا السبب نقدم دائمًا المحتوى الخاص بنا بشكل علني ، بغض النظر عن المكان الذي يعيش فيه القراء أو مقدار الأموال التي لديهم. تلتزم Baynana بإعطاء صوت لأولئك الذين تم إسكاتهم وسد فجوات المعلومات التي لا تغطيها المؤسسات والمنظمات غير الحكومية. في عالم تُستخدم فيه الهجرة كسلاح رمي لكسب الأصوات ، نعتقد أن المهاجرين أنفسهم هم من يتعين عليهم سرد قصتهم ، دون الأبوة أو كراهية الأجانب.

تضمن مساهمتك استقلالنا التحريري الخالي من تأثير الشركات والفصائل السياسية. باختصار ، الصحافة الجيدة قادرة على مواجهة الأقوياء وبناء الجسور بين اللاجئين والمهاجرين وبقية السكان. كل مساهمة ، مهما كانت صغيرة ، تحدث فرقًا. ادعم Baynana من 1 يورو فقط ، ولن يستغرق الأمر سوى دقيقة واحدة. شكرا جزيلا

ادعمنا

Okba Mohammad

Cubrió la guerra en el sur de Siria de 2015 a 2018 con medios locales. También se ha dedicado a documentar violaciones de derechos humanos de detenidos durante el conflicto. En 2019 trabajó como corresponsal independiente en Turquía y posteriormente viajó a España, donde ha colaborado con medios como Global Voices y el diario Público. Actualmente trabaja como reportero en Baynana
Botón volver arriba