España sufre las consecuencias de la crisis del gas en Argelia

Argelia es considerada uno de los países más ricos del norte de África en gas natural. Tiene la tercera mayor reserva de gas de esquisto del mundo. Las estimaciones indican que las reservas totales se estiman en 200.000 millones de metros cúbicos, según fuentes árabes oficiales. El país del norte de África exporta gas a España y Portugal a través de dos gasoductos, uno de los cuales atraviesa tierras marroquíes y se dirige a tierras españolas, y el otro directamente desde el país africano a España.

Finalización del contrato del transporte de gas

Recientemente, Argelia ha llevado a cabo el cese de su contrato con Marruecos que permitía el transporte de gas hacia España. “Nuestro país podría sufrir un problema de desabastecimiento de gas en unos momentos en los que en los mercados internacionales el precio del gas ha subido considerablemente y está provocando un fuerte encarecimiento del precio de la energía para todos los usos en la economía española”, asegura Emilio J. González, Doctor de la Facultad de Ciencias de la Económicas y Empresariales (ICADE). Se calcula que las facturas de la luz aumenten entre un 25% a finales de año.

Problemas diplomáticos

Las relaciones con Marruecos se han visto empeoradas en los últimos meses por diferentes problemas políticos. Siendo el principal detonante la acogida de Brahim Gali, líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, el pasado mes de abril en un hospital de Logroño a causa de su complicado estado de salud. Además, es importante destacar su enemistad también con Argelia. Le acusan de estar interviniendo en el Sáhara para desestabilizar el reino alauí. “La buena vecindad es una clave de cooperación y buena integración entre países, sobre todo en caso de proximidad geográfica. La comunidad internacional entera ha fracasado con la solución de este conflicto activo desde hace 45 años”, declara Zahir Hadibi, experto argelino en economía y migraciones.

“España tendrá que buscar otras fuentes de abastecimiento energético alternativas a Argelia. Conforme la situación, no se puede decir que sea un proveedor 100% fiable porque tiene que pasar el gas a través de Marruecos”, confirma González. La suspensión del contrato entre los países africanos conlleva fuertes consecuencias tanto para España como para Argelia. Pierde a su cliente más potente y puede sufrir un gran problema económico, una pérdida de rentas y un desequilibrio en la balanza de pagos.

Sin embargo, esta decisión también afecta gravemente a Marruecos, ya que sufrirá la pérdida de los peajes por el gasoducto. ”Marruecos se queda con un 7% de los beneficios por pasar el gas por su territorio. Una cantidad importante que ahora que está subiendo el precio del gas, ronda los 200 millones de dólares”, confirma Jaime García, historiador especializado en conflictos internacionales. Además, ya está recibiendo presiones por parte de la Unión Europea. “No es un problema solo con España, sino con el conjunto de la UE. Puede afectar a las exportaciones de Marruecos, que había conseguido ir abriendo el mercado para sus productos agrícolas y un aumento de la inversión empresarial en su territorio”, afirma González.

Consecuencias para la ciudadanía

Las principales consecuencias de esta crisis afectan directamente a los ciudadanos que viven en España, quienes se están viendo obligados a afrontar precios disparatados en las facturas de la electricidad. En los últimos meses, el precio de la luz ha alcanzado máximos históricos, llegando a los 209,63€/MWh en el mes de octubre.

En algunos casos, la situación está siendo insostenible, como cuenta Mohammad al Nassef de 35 años, refugiado sirio que reside en España. “Hace ocho meses que salí del Programa de Ayuda al Refugiado. Tengo trabajo pero cobro menos del mínimo y pago 600€ de alquiler”, cuenta Mohammed, padre de familia. Asegura que algunos meses le es imposible pagar la factura de la luz, ya que su salario es el único ingreso en el domicilio. “Tengo miedo, no quiero estar en una situación ilegal ni recibir una multa”, expresa el afectado. Según afirma González, “el precio de la electricidad puede ser muy elevado y dar lugar a una inflación en España y Europa, amenazando a la recuperación económica y el empleo”. 

La situación en España se complica por la ausencia de empresas públicas que puedan regular los precios. “Una empresa pública no está hecha para tener beneficios, sino para dar un servicio. Cubrir gastos pero dando un servicio, no para enriquecerse. Pero eso no ocurre en España porque son empresas privadas y van a intentar aumentar su beneficio siempre”, asegura Jaime García.

Soluciones

Dado el contratiempo al que se enfrenta España, el Gobierno debe encontrar una solución inminente. Por su parte, Argelia ha asegurado el abastecimiento a nuestro país mediante la ampliación del gasoducto de Medgaz antes de que finalice el año. Pasará de transportar 8.000 millones a 10.000 millones de metros cúbicos. “La solución ha sido técnica, pero hubiera sido mejor política, si la política de buena vecindad se hubiera respetado como se debe en relaciones internacionales y tradiciones diplomáticas. La integración regional habría sido una solución, pero lástima que fracasó. Los pueblos de la región salen perdiendo más crecimiento económico y desarrollo regional”, sostiene Zahir Hadibi. 

Mientras que los habitantes del país magrebí se preparan para una recesión económica que puede complicar la estabilidad de multitud de familias, los españoles se ven envueltos en una inflación insostenible a la que muchos no pueden hacer frente. Las consecuencias de una mala praxis política confluyen a ambos lados del Mediterráneo, transformándose en una muestra de cómo un conflicto diplomático involucra a terceros países, creando una cadena de dificultades que finalmente sufren directamente los ciudadanos, quienes se convierten en las principales víctimas.

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