¿Está escalando la guerra en Medio Oriente?

El conflicto que estalló el 7 de octubre de 2023 entre Hamás e Israel ha tenido repercusiones en varios países de Medio Oriente, como Líbano, Siria, Yemen e Irán. A medida que la guerra entra en su cuarto mes, estas naciones continúan experimentando explosiones, bombardeos y asesinatos casi a diario. Estos acontecimientos han aumentado e intensificado su frecuencia en los últimos días. 

Según el Ministerio de Salud en la Franja de Gaza, el número de muertos supera los 23,000, incluyendo a 10,000 niños y 7,000 mujeres, además de más de 59,000 heridos. Estas cifras reflejan una situación trágica dentro de Gaza. En Cisjordania, la situación no es muy diferente, donde 341 palestinos han sido asesinados y alrededor de 3,950 personas han resultado heridas desde el 7 de octubre. Israel ha arrestado a más de 5,755 palestinos. Estos eventos evidencian la grave tensión en los territorios palestinos.

Enfrentamientos entre Israel y Hezbolá

En el ámbito internacional, el primer frente fue entre Hezbolá e Israel en la frontera libanesa. Esta milicia se involucró en la guerra israelí en la Franja de Gaza el 8 de octubre, bombardeando sitios israelíes en la región de las Granjas de Shebaa, que Líbano considera territorio ocupado por Israel. Israel respondió de inmediato, atacando las fuentes de fuego, seguido de operaciones de bombardeo mutuo entre ambas partes que continúan hasta hoy. Como resultado, decenas de personas, incluidos civiles, han perdido la vida en territorio libanés.

Las zonas de ataque se ampliaron y también se intensificaron los bombardeos entre ambas partes. Este pasado 2 de enero, un dron asesinó al líder adjunto de Hamás, Saleh al-Arouri, y dos líderes militares, en el Dahieh (la sede de Hezbolá) en Beirut, aumentando las amenazas entre ambos países. El saldo de muertos en la operación de asesinato fue de seis personas. Israel no ha reconocido la ejecución de esta operación. Las fuerzas de la ONU en Líbano (UNIFIL) expresaron en un comunicado su profunda preocupación por cualquier posibilidad de escalada que pueda tener “consecuencias devastadoras”.

Según analistas israelíes en declaraciones a Al Jazeera, el aumento de la tensión entre Hezbolá y Israel augura un enfrentamiento total como represalia por el asesinato de al-Arouri. Afirmaron que Tel Aviv se encuentra en una situación complicada que podría conducir  a una operación militar más amplia, sin descuidar los esfuerzos diplomáticos para alejar a los combatientes de Hezbolá de sus fronteras. Mientras tanto, las advertencias israelíes continúan, instando al gobierno libanés a presionar a Hezbolá para detener sus ataques. El Ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, amenazó con la necesidad de lanzar un ataque preventivo contra esta milicia.

“Haremos todo lo necesario para devolver la seguridad a nuestras fronteras del norte, y Hezbolá no puede jugar con nosotros. Las fuerzas de seguridad se están preparando para cambiar la situación en la frontera norte de la defensa al ataque”, declaró Benjamin Netanyahu, el primer ministro del régimen de Israel, durante una visita de inspección en la frontera con Líbano.

La administración de Joe Biden continúa llamando a la calma en este frente. En los últimos días ha llevado a cabo conversaciones con Israel, Líbano y mediadores de Hezbolá con el objetivo de restaurar la tranquilidad en las fronteras. Para ello, ha propuesto trasladar las fuerzas de Hezbolá lejos de ellas.

En sus declaraciones más recientes, Hasan Nasrallah, el Secretario General de Hezbolá , conocido por sus discursos contundentes, afirmó que la guerra de Líbano en su frente sur le brinda una oportunidad histórica para liberar las tierras libanesas de la ocupación israelí. Sin embargo, analistas políticos estudiaron su último discurso y observaron que Nasrallah mostró falta de voluntad por parte de Hezbolá para emprender una guerra contra Israel.

Las declaraciones previas de Hezbolá y los comentarios de los responsables israelíes permanecen sin traducirse en hechos por el momento, lo que sugiere la posibilidad de que no estalle una gran guerra en este frente, sobre todo dado el poco interés por parte de los Estados Unidos e Israel ya con su guerra en Gaza.

El Mar Rojo: Otro Frente Contra Israel

En línea con las tendencias de Hezbolá en Líbano, en Yemen, los hutíes (una milicia chiíta) anunciaron su objetivo de atacar a los barcos que llevasen la bandera israelí o que fuesen propiedad de israelíes, después del estallido de la guerra en Gaza. Han atacado y amenazado a varias de esas embarcaciones, independientemente del país al que perteneciera el barco, advirtiendoles que cualquier navío que se dirija hacia los puertos israelíes a través del Golfo de Adén, el Estrecho de Bab el-Mandeb y el Mar Rojo sería embestido. Los hutíes también lanzaron misiles en dirección a Israel.

Los seguidores del grupo y su portavoz oficial amenazan repetidamente a Israel a través de las redes sociales, de discursos y comunicados, exigiendo que detenga la guerra en la Franja de Gaza. También declaran su hostilidad hacia los Estados Unidos, que recientemente ha tomado medidas contra este grupo. El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció la formación de una fuerza naval con participación de 10 países, incluido un país árabe, Bahrein, con el objetivo de enfrentar los ataques en el Mar Rojo.

El portavoz de los hutíes, Mohammed Abdul-Salam, describe las declaraciones sobre los acontecimientos en el Mar Rojo como un intento estadounidense de desviar la atención de las masacres israelíes contra el pueblo de Gaza, algo en lo que el mundo debería detenerse. Amenazó con detonar la región, declarando: “La insistencia de la élite gobernante en Washington en apoyar a Israel contra Gaza podría explotar en la región. Estados Unidos debe asumir las consecuencias de su arrogancia, y debe darse cuenta de que su militarización en el Mar Rojo no detendrá a Yemen de continuar apoyando a la resistencia palestina en Gaza”.

Este frente abierto de Yemen contra Israel podría detenerse con el cese de la guerra israelí en Gaza, según declaraciones de los hutíes respaldadas por Irán. Irán, que ha estado presente en la escena desde el 7 de octubre, respalda a Hamas y Hezbolá,  y sus milicias afiliadas han estado atacado bases militares en Siria e Irak.

El bombardeo de Israel en Siria se dirige hacia Irán

Israel también ha estado bombardeando Siria antes y después del 7 de octubre. Este país ha estado inmerso en un estado de guerra durante casi 13 años, que comenzó con una revolución para derrocar al régimen de Bashar al-Assad, transformándose en uno de los conflictos más complejos de Oriente Medio. Israel ha intensificado sus ataques intermitentes desde el estallido de la guerra en Gaza, realizando 47 ataques hasta el 4 de enero. El objetivo detrás de estos ataques ha sido impactar los movimientos y las localizaciones iraníes en Siria. En una de estas operaciones, Israel mató a uno de los asesores militares iraníes más destacados, Raddi Musawi.

Israel bombardeó en Siria los aeropuertos internacionales de Damasco y Alepo, ambos fuera de servicio en varias ocasiones, y zonas militares en las regiones del campo de Damasco y el sur de Siria (Daraa, Quneitra, y As-Suwayda), donde están posicionadas las milicias respaldadas por Irán. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el resultado de los ataques israelíes en Siria fue de 80 militares y cinco civiles muertos.

Irán, que lidera el escenario de forma remota a través de sus afiliados, fue testigo de dos explosiones en la ciudad de Kerman, cerca del mausoleo del general iraní Qasem Soleimani, asesinado en 2020 por Estados Unidos. Estos últimos atentados sucedieron durante la conmemoración del cuarto aniversario del asesinato de Soleimani. Según medios de comunicación iraníes, más de 100 personas murieron y otras 171 resultaron heridas como resultado de estos dos atentados.

Los funcionarios iraníes describieron el ataque como terrorismo. El líder supremo, Jamenei, afirmó: “Esta catástrofe recibirá una respuesta severa”. A pesar de que el grupo ISIS se atribuyó la responsabilidad de los atentados, Irán no perdió la oportunidad de acusar a Israel. Ibrahim Raisi, presidente de Irán, declaró abiertamente: “Advertimos al ente sionista que pagará caro por el crimen de Kerman, caro en términos que lamentará”.

Los conflictos en Medio Oriente, desde la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, que se convirtió en un genocidio, hasta los enfrentamientos en la frontera entre Líbano e Israel con Hezbolá, pasando por los ocasionales bombardeos de Israel en Siria, y las amenazas de los hutíes en Yemen, parecen estar todos vinculados a Irán. La lealtad a Irán no pasa desapercibida. Si quisiera, podría encender una guerra en Medio Oriente a través de sus intermediarios, desde Hamas en Gaza, Hezbolá en el Líbano, los hutíes en Yemen o las milicias en Siria e Irak. 

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