MED, PINTAR EL MAR PARA SANAR

Llegada a la isla

“Nunca quise emigrar, mi padre me lo propuso y yo dije que no”, explica Med. Las inquietudes propias de un adolescente fueron las que hicieron al marroquí cambiar de opinión sobre la propuesta de su padre. Las responsabilidades familiares y la limitación de posibilidades que encontraría en su país fueron el empuje que necesitó para decir sí y lanzarse al Atlántico.

“Fui consciente del peligro desde que salí de mi casa. Yo era un niño de estar en casa temprano, siempre en familia y, de repente, me ví solo.” cuenta. Hace 15 años, un Mohammed adolescente se subió a una embarcación llena de menores en busca de una nueva vida llena de posibilidades. “No se veía nada, las olas eran muy grandes y entraba mucha agua a la patera. Tuve mucho miedo, ahí ví el peligro” explica. El 11 de noviembre de 2007, por fin pudieron gritar “shahada”, palabras esperanzadoras que resuenan en el mar cuando se visualiza la costa. 

La ruta canaria se ha convertido en la principal entrada a Europa desde el continente africano, llegando a ser una de las más transitadas y, a su vez, de las más peligrosas del mundo. El número de fallecidos y desaparecidos en la ruta atlántica asciende a 440, entre ellos 10 niños, en lo que llevamos de 2023, según los datos recogidos en el proyecto Missing Migrants Projects de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En 2020, en plena crisis mundial por la COVID-19, Canarias sufrió su mayor crisis migratoria tras la llegada de 23.000 personas al archipiélago.

Entre los meses de septiembre y octubre, la llegada de migrantes a las islas ha batido un récord histórico, desbordando los recursos migratorios de algunas islas más pequeñas como El Hierro, que ha recibido a más de 1.000 personas en las últimas semanas. La llegada de migrantes por vía marítima a las islas presenta una tendencia al alza, creciendo más de un 25% en el 2022 respecto al 2021. Durante el año pasado, la cifra ascendió a casi 9.000 personas, según datos del Ministerio de Interior.

Los migrantes menores de edad, como fue el caso de Med, son enviados a diferentes centros tutelados de la isla. Med estuvo interno en el centro de menores de El Fondillo (cerrado actualmente), donde convivían jóvenes migrantes, huérfanos o con delitos policiales, uno de los grandes problemas que destaca el marroquí, ya que era muy difícil realizar una vida normal para un adolescente en esas condiciones. “Para mí era muy raro y difícil, yo era un niño de casa, acostumbrado a estar siempre con mi familia. Me marcó bastante el estar todos mezclados, éramos todos jóvenes pero con situaciones muy diferentes.” “Conseguí que me apuntaran a atletismo, ya que lo practicaba en Marruecos, y también me centré en los estudios para obtener el título de E.S.O, necesitaba pasar el mayor tiempo posible fuera del centro”, relata Mohammed.

Med encontró un atisbo de esperanza cuando consiguió que le trasladaran a un piso tutelado en Arucas (Gran Canaria), una “recompensa” para los adolescentes que mostraban una progresión para ser más independientes. 

Racismo

“Todos nacemos iguales, lo que nos cambia son las circunstancias en las que nacemos”

Med

“Me escupían por la calle”, cuenta. “Cuando una persona se siente rechazada, empiezan los conflictos internos y, si no sabes manejarlos, tiendes a alejarte y a no integrarte”. El racismo es una de las mayores lacras a las que se enfrentan los migrantes al llegar al país de destino. Med supo gestionar las situaciones racistas a las que se enfrentaba y asegura una y otra vez que haber sabido controlarlas es lo que le ha llevado a conseguir sus objetivos. “No te hablaba porque eres marroquí”, cuenta Mohammed como anécdota de racismo durante su etapa escolar.

La asociación SOS Racismo advierte del aumento anual de los casos de xenofobia que se denuncian, llegando a 523 en el año 2022. Según la organización, solo denuncian el 15% de las víctimas, debido a que la mayoría desconocen la información necesaria para tomar medidas legales contra la discriminación racial.

“Todos nacemos iguales, lo que cambia son las circunstancias en las que nacemos”, dice Med. “Para mí no hay héroes ni víctimas, todo lo que tengo lo he conseguido yo, he recibido ayuda, pero sin mi esfuerzo no podría haber llegado a donde estoy hoy”. 

Trabajo y pintura

Al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria, comenzó un ciclo formativo de restauración y ello le llevó a trabajar en un restaurante como cocinero. Su primera experiencia laboral no fue buena, debido al mal ambiente que había en el trabajo.

Uno de los principales obstáculos que encontró en este oficio fue el problema que le suponía decorar las comidas, debido a su inexperiencia con el dibujo y al desconocimiento de técnicas suficientes para poder adornar con diferentes ingredientes los platos del restaurante. Sin embargo, esta dificultad supo convertirla en un aliciente para adentrarse en el mundo de la pintura hace 7 años.

“Cuando vas a tirar la toalla, es cuando más tienes que esforzarte”

Med

“¿Y por qué no? Cuando vas a tirar la toalla, es cuando más tienes que esforzarte”. Hace casi 10 años Med decidió iniciarse en el mundo de la pintura de forma autodidacta, pintando cuadros de objetos sencillos y que le parecían atractivos. Poco a poco su técnica mejoró y comenzó a pintar obras decorativas para los hogares protagonizadas por animales, como un león, o por personajes populares como Frida Kahlo. Con perseverancia y mucho tesón consiguió aprender a pintar desde cero y, después de mucha práctica y dedicación, se ha convertido en un pintor profesional. Hoy, su colección de obras pueden verse en la exposición temporal habilitada en el hotel Bohemia Suites & Spa (Gran Canaria) hasta finales de año.

Hace un año, Med comenzó a pintar una colección de obras basadas en las embarcaciones que llegan a las islas cargadas de migrantes. Esta colección, al igual que sus cuadros decorativos, están inundadas de colores. Sin embargo, en estas pinturas utiliza colores más oscuros, como el marrón y el añil, y están protagonizadas por figuras en las que no se identifica ningún rostro, pero que representan y rinden homenaje a cada una de las personas que ha cruzado el mar en patera en busca de una vida mejor.

 “Quería pintar algo que me representara, que fuera una parte de mí”. Med asegura que su travesía hacia las islas es un paréntesis de su vida, muy complicado, pero forma parte de él. “Ir al depósito de pateras y cayucos es difícil, te revuelve muchos sentimientos y te hace recordar una etapa muy dura, pero no veo las pateras como algo malo, para mí significan un gran cambio de vida”, afirma con gesto de añoranza.

Med es uno de los 24 artistas que participan en el Jardín de la Esperanza, un proyecto que consiste en la construcción de un gran parque en la localidad costera de Arinaga y que irá coronado con una obra arquitectónica en homenaje a todos los migrantes que han realizado la ruta canaria. El monumento, obra del escultor Paco Suárez y denominado Rosa de los Vientos, estará formado por 16 pateras decoradas con pinturas simbólicas creadas por los artistas participantes.

Futuro

Además de gestionar su propio restaurante, uno de los sueños del marroquí es poder publicar un libro sobre su experiencia como migrante desde que salió de su hogar hasta el presente. 

“Lo escribo en tercera persona, pero está basado en mi historia y en la de muchos de los que vienen. Testimonios y experiencias de los que hemos pasado por esta situación”, explica sobre su libro.

Med echa la vista atrás y recuerda lo mucho que han cambiado los sueños que tenía cuando llegó y los de ahora. “Ahora valoro mucho el tiempo. El plan con el que llegas, cambia totalmente. Conforme vas consiguiendo objetivos, vas sumando nuevos y ya no piensas en volver a tu país, tus prioridades cambian”, dice. “Empezar a trabajar fue un logro para mí, podía enviar dinero a mi familia y me sentía más independiente, más libre. Ahora mismo, he conseguido más de lo que he soñado”.

A pesar de sentirse feliz con su vida actual, Med hace mucho hincapié en que no ha sido fácil todo lo vivido hasta ahora, una carrera llena de obstáculos muy difícil de saltar. 

“Hay que luchar para conseguir las cosas, salir de la zona de confort. Si tú no haces el esfuerzo, nadie te va a dar nada. Lucha, aprende y aprovecha cada oportunidad que se presente” aconseja a todas las personas que emigran.

“El esfuerzo ha merecido la pena. Ahora tengo un hijo y una mujer. Un no y un sí pueden cambiar todo. Ha sido un trayecto muy difícil, con muchos altibajos, no puedo olvidar todo lo malo que he vivido, pero ahora…soy feliz”: de Med de 30 años para Med de 15 años.

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