«Nos topamos con un sistema que nos deja al margen como hijos de inmigrantes»

Sobre Los Márgenes

Bourhim ahora encabeza una asociación de jóvenes en España, llamada ‘Sobre Los Márgenes’. Su idea se originó en 2019 con el esfuerzo de jóvenes inmigrantes. Después de su reunión comenzaron a pensar juntos sobre sus problemas básicos como jóvenes, principalmente su falta de representación en los medios, en la política o en cualquier cosa. “Vimos que la mayoría de los jóvenes inmigrantes están marginados, no tienen representación”, dice con mucha confianza, mientras agita las manos. Así nació la idea de la asociación. 

«Nos enfrentamos a un sistema que nos pone como hijos de inmigrantes en los márgenes, y a una sociedad que nos destruye”, denuncia. “Decidimos luchar contra eso, y empezar a escribir nuestras historias con nuestras propias manos. Exigimos que se nos den oportunidades que nos hagan estar representados en todos los sectores, y si este sistema no nos responde, debemos crear un puente entre las oportunidades que existen y esos jóvenes que viven en los márgenes”.

Los trabajadores de la asociación comenzaron a pensar en qué podían hacer de manera práctica por este grupo de jóvenes marginados, y notaron la falta de referencias para los jóvenes, y comenzaron a pensar en crear estas referencias, dentro de un programa llamado Orientación Juvenil, que Bourhim considera el más destacado de sus éxitos en la asociación.

 un programa de orientación social educativa personal. El programa está formado por diez jóvenes de una zona marginada y sin luz, la Cañada Real, situada en el campo de Madrid, con mentores de una asociación que orientan y los dirigen.

“Nosotros como hijos de inmigrantes vivimos la experiencia de la profesor diciéndonos: No serás nada en el futuro”, cuenta Bourhim. “No queremos que esto vuelva a pasar, queremos darles referencias a estos jóvenes de su entorno, para ver en la guía a alguien que se parece a ellos que vivió la misma experiencia que ellos viven hoy».

Marroquí, musulmana y española a la vez

A miles jóvenes de hijos de inmigrantes en España, nacidos en este país, la sociedad no les trata como ciudadanos españoles. Bourhim pertenece a esta “segunda generación”, aunque ella rechaza esta etiqueta: “Nosotros no somos inmigrantes, pero el régimen insiste en considerarnos así, ¿cuál es la diferencia entre nosotros y un español nacido aquí? La única diferencia es que tus padres o tu madre son extranjeros, me dicen tu cara es marroquí y tu religión no es de aquí, pero no debemos quedarnos callados, debemos responder a eso. Siempre digo: nací aquí, viví y estudié aquí y pago impuestos”, y añade: “eso se llama racismo e islamofobia”.

«Soy musulmana marroquí y española, ¿por qué me obligan a pertenecer a una sola nacionalidad? Somos parte de esta sociedad, les guste o no. Nací aquí y crecí aquí, así que soy parte de este país. Soy árabe porque hablo árabe y española porque vivo en este país», dice Bourhim con firmeza.

Su condición de mujer musulmana en España hizo que se dedicara al feminismo, no porque le gustara,‘‘más bien, porque me sentí impulsada a entrar en este mundo, porque hay mucha injusticia, no hay justicia en la sociedad. Entonces comencé a leer e investigar, y comencé a realizar talleres interactivos sobre islamofobia y mujeres, comenzamos a explicarle a la comunidad española que la mujer musulmana no está lejos de este mundo, es humana y libre, y tiene sus propias decisiones”.

Explica que la situación de la mujer es mala en todo el mundo. Aquí en España no tienen ninguna relación con las mujeres musulmanas, y opina que la situación de las mujeres musulmanas o inmigrantes no es buena. “¿Por qué no estoy representada en los movimientos feministas?”, se pregunta. “No me consideran parte de ellos. Dicen: ¡Eres musulmana y no eres libre y llevas el velo! Incluso para ellos, si una mujer musulmana lleva el velo , es marroquí o musulmana, o cualquier otra cosa, pero no puede ser española, aunque haya nacido aquí».

Hay un estereotipo tomado por la civilización europea sobre las sociedades orientales, como que son sociedades incultas, en las que los hombres árabes tratan mal a las mujeres, las obligan a llevar el velo, y que son violentas. Bourhim responde: «¿Por qué lo mira de esta manera? Muchos hombres árabes no lo hacen, esto es racismo contra ellos».

Miles de mujeres musulmanas en España y en toda Europa sufren racismo y discriminación solo por llevar el hiyab, Fátima también sufre por eso a lo grande. «Fui a trabajar con mi título universitario en una de las empresas, pero mi solicitud fue rechazada y otra fue aceptada por la misma empresa con la misma carrera y mi diploma, y la razón es que uso el hiyab». Opina.

Eventos para unir al mundo

Bourhim participó en muchas actividades y conferencias juveniles. La más destacada de las cuales fue Al Sharq, una organización internacional nacida “para unir al mundo”. Tiene muchas actividades en Pakistán, Japón, Malasia, Indonesia y Turquía, y una conferencia internacional anual a través de la cual intercambian experiencias dentro de diversos talleres y eventos musicales a los que asisten los artistas participantes en la conferencia.

Bourhim habla de su papel dentro de la organización en la conferencia celebrada en España: «A través de esto eliminamos esas diferencias entre nosotros, nos unimos y hacemos el cambio juntos. Nos enfocamos en la innovación y en hacer proyectos sociales, poniendo temas de los que no hablamos en la mesa, hablamos de temas abiertos. Más o menos, sobre temas que nos interesan o nos involucran».

También participó en un evento realizado en el Parlamento Europeo, para expresar su opinión como un joven en Europa, y luego recibió una beca en la industria del liderazgo, y la capacitación en ella toma alrededor de un año en muchos campos, y fue seleccionada con 40 jóvenes de todo el mundo, e ingresaron al llamado programa de becas que ahora es parte de estas capacitaciones en línea. “Esta etapa es de aprendizaje y desarrollo personal, aprender a ser un mejor activista, a desarrollar una campaña de campaña social”.

La conclusión de nuestra conversación con Fatima Borhim, que ama el canto tarab, en concreto Fayrouz y Umm Kulthum, fue sobre su talento, que es tocar la guitarra y cantar, y ya ha participado en muchos eventos culturales en Bruselas y Madrid, y cantó con otros. Pero ella insiste en que si canta, siempre canta con un propósito. “Todo debe tener un propósito y un mensaje que se pueda comunicar a través del canto”. Luego aconseja a las mujeres: «La mujer debe tener un carácter fuerte y formado para poder defender sus derechos».

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